Una breve introducción a la Terapia de Bosque y Naturaleza
“Cierra los ojos, aguza los oídos y, desde el sonido más leve hasta el más violento ruido, desde el tono más sencillo hasta la más elevada armonía, desde el grito más violento y apasionado hasta la más dulce palabra de la razón, es la Naturaleza la que habla, la que revela su existencia, su fuerza, su vida y sus relaciones, hasta el punto de que un ciego al que se le niega el mundo infinitamente visible puede capturar la infinita vitalidad a través de lo que oye” Johann Wolfgang von Goethe
¿Cómo inició mi camino?
Mi interacción con la naturaleza es desde niño, acostumbrado a escalar árboles, convirtiendo a más de alguno en mi hogar temporal. De niño siempre escuchaba decir: “la vida en el campo es más sana”, de hecho, no sabía si era más sana, pero de lo que si estaba seguro es que era más alegre, y la felicidad es un sentimiento que se potencia al estar en la naturaleza. Tal vez un niño lo tiene claro y sabe que los juegos más alegres y creativos se originan en contacto con el mundo más que humano. Hoy entiendo por qué mi imaginación volaba y constantemente inventaba nuevos juegos: estaba en convivencia permanente con la naturaleza.
Muchos años después me encontraba haciendo parte de mi trabajo doctoral, profundizando en las motivaciones menos básicas de las personas, aquellas que hacen viajar a determinados espacios donde la naturaleza y la introspección se funden en un mismo sendero. De hecho, mi camino inició haciendo el camino[1]. Santiago de Compostela era la ciudad donde me encontraba, tierras de pasado celta, donde el cristianismo se posicionó hace más de mil años, y hoy se funde con una sociedad secular que busca re-encontrarse consigo misma, en un camino donde la arquitectura sacra y la naturaleza se entrelazan. Fue en esta ciudad mágica donde escuché por primera vez el concepto de Terapia de Bosque y Naturaleza.
El término en esencia, lo encontraba familiar a lo que tantos escritores, exploradores, filósofos, viajeros y amantes de la naturaleza en el común denominador, nos han compartido a lo largo de la historia. Personajes como: Jhon Muir, Henry David Thoreau, Alexander von Humboldt, R.W. Emmerson, Goethe, entre muchos otros venían a mi mente.
[1] El Camino es el concepto que se conoce y aplica a los distintos caminos (valga la redundancia) que hay para llegar a Santiago de Compostela.
¿Dónde nace el concepto de Terapia de Bosque y Naturaleza?
La práctica como tal nace en Japón, conocida en un inicio como Baño de Bosque, concepto que viene de la traducción del japonés Shinrin-Yoku. De acuerdo con el doctor Qing Li[2]: “el baño de bosque no es hacer ejercicio como correr o montañismo, es tomar el bosque a través de nuestros sentidos. Es simplemente estar en la naturaleza, conectar con ella. En pocas palabras Shinrin Yoku es establecer un puente entre nosotros y el mundo natural”.
Para la década de los ochenta, Japón contaba con una tasa de suicidios elevada, se reportaban muchos casos de enfermedades auto-inmunes, cáncer, entre otras, causadas en buena parte por altos niveles de estrés al que la población se exponía y expone diariamente. De acuerdo con Miyazaki “algunas de las consecuencias generadas por el estrés están: resfriados comunes; dolor de espalda y cuello; procesos lentos de recuperación; ganar o perder peso; insomnio; depresión; síndrome del intestino irritado; ulceras y problemas gástricos; enfermedades del corazón y riesgo de cáncer”.
[2] Dr. Qing Li es presidente de la Japanese Society for Forest Medicine.
¿Qué efecto tienen los árboles en nuestra salud?
Sí los árboles se comunican, cuidan, alimentan y, en su momento se aíslan entre ellos para respetar el proceso final de cada uno, surge la pregunta: ¿cómo puede ayudar un árbol a una persona?
Los árboles producen una sustancia a través de la corteza denominada fitoncida, que es el aceite esencial que le sirve para defenderse de bacterias, insectos y hongos. Estos aceites los respiramos al entrar al bosque, ingresan al torrente sanguíneo a través de la oxigenación, generando un impacto positivo en el sistema inmunológico al incrementarse las células humanas defensivas llamadas NK (natural killers).
El doctor Li comparte que al incrementarse la actividad de las células NK se generan una serie de beneficios como, por ejemplo: reducción de enfermedades, se aumenta las horas de sueño, reducción de ansiedad, ira, fatiga y confusión. Los baños de bosque aumentan el sentido de agradecimiento, felicidad, capacidad de asombro, y creatividad.
El término Terapia de Bosque y Naturaleza se utiliza a partir de registrar los beneficios de salud generados por el bosque, en otras palabras se fundamenta científicamente. El común denominador entre Baño de Bosque y Terapia de Bosque y Naturaleza es que ambos conceptos parten de la premisa de la importancia que el bosque tiene sobre la salud física, emocional y espiritual de las personas. El primer concepto lo expondrá más desde la perspectiva holística y amplia de los beneficios de la naturaleza; y el segundo concepto lo planteará más desde la validez científica de los estudios realizados a partir de evaluar ciertos indicadores fisiológicos en las personas al entrar en contacto con la naturaleza.
De acuerdo con la ANFT, (Association of Nature and Forest Therapy) más allá de los beneficios mencionados, existe otro fundamental, el cual es la capacidad restaurativa de la persona con la naturaleza y viceversa. Al darnos el permiso de estar en un espacio de naturaleza donde no hay juicios ni expectativas, donde no hay necesidad de demostrar absolutamente nada. Simplemente ser uno con la naturaleza, siendo en ese momento donde el proceso de sanación y restauración consigo mismo y con el entorno inicia. Cuando se lleva a cabo la terapia de bosque y naturaleza se fomenta la tolerancia y el sentido de agradecimiento, esta es una actividad de contemplación y auto- contemplación, donde nos permitimos ser en el “silencio” de la naturaleza.
Vivimos en un mundo donde estamos constantemente influenciados por medios externos que dictan el “cómo” deberíamos ser, y alejándonos más de nuestro centro, ésta, la Terapia de Bosque y Naturaleza, es un llamado para reencontrarnos. El propósito de esta terapia es generar bienestar físico, emocional y espiritual; se trata de una iniciativa restaurativa que integra personas de todas las edades, se trabaja a nivel grupal pero el beneficio es individual. En esta interacción con la naturaleza invitamos a nuestros sentidos y a nuestro corazón a que se hagan presentes, dejando descansar por un momento a la mente. lo cual nos ayudará a dejar atrás nuestras propias expectativas y controles, para permitirnos simplemente estar en el presente.